domingo, 30 de enero de 2011

Breve Historia del Estado de Chihuahua

Navegando en el Sitio de Gobierno del Estado me encontré esta breve reseña histórica de nuestro estado y aprovecho para tomarla y plantear una actividad de refuerzo a los alumnos.
Esta información fue tomada y puede ser consultada en el portal del Gobierno del Estado de Chihuahua.

http://www.chihuahua.gob.mx/turismoweb/Contenido/plantilla5.asp?cve_canal=427&Portal=turismoweb



Para efecto de que dicha reseña sea mas fácilmente comprendida por los alumnos tomare una parte y con esta planteare a través de un formulario una lectura de comprensión por los alumnos.

Los habitantes originales de Chihuahua pertenecían a diferentes grupos indígenas nómadas y seminómadas como son tepehuanes, tarahumaras, guarijios, tobosos, pimas, jumiles, salineros, conchos, sumas-jumanos, chinarras, chisos, tapacolmes, entre otros. Que, a diferencia de los pobladores del sur de la Nueva España , ofrecieron violenta resistencia ante el avance de los europeos, que buscaban ocupar estos territorios para obtener riquezas, despojándolos además de sus formas de organización, cultura y religión.
En la zona noroeste, actual municipio de Casas Grandes, están las ruinas arqueológicas de Paquimé y en el municipio de Madera existen varios lugares entre los que está, también, el de "las 40 Casas" en la cueva del Garabato. Esta zona arqueológica distribuida en una superficie de 50 hectáreas, se ha considerado la más importante descubierta en el norte de la república. Se han explorado aproximadamente dos terceras partes encontrándose restos de edificios habitacionales que debieron ser de varios pisos y otros ceremoniales, con semejanza a las ruinas de las culturas desérticas Anasazi, Hohokam y Mogollón en el suroeste de los Estados Unidos.
Existen varias hipótesis sobre la identidad de los primeros pobladores de Paquimé, una de ellas señala este lugar como asiento de los aztecas en su peregrinar hacia el sur, sugiriendo que el Valle de Piedras Verdes cercano al poblado de Casas Grandes, es el famoso Valle de Aztlán. Entre los objetos de metal se encontraron pendientes que a la vez funcionan como cascabel elaborados con gran semejanza a otros descubiertos en el área mesoamericana y que cronológicamente se sitúan en el horizonte tolteca, que fue el de mayor desarrollo en lo que se refiere a metalurgia. El 5 de marzo de 1999, la UNESCO declaró a Paquimé "Patrimonio de la Humanidad " como parte del proyecto "Camino Real" que le presentó el gobierno del estado de Chihuahua.
Conquista:
El virrey Luis de Velasco otorgó al expedicionario Francisco de Ibarra el nombramiento de gobernador y capitán general de las tierras y gente que pusiera bajo el dominio de España, en julio de 1562, surgiendo así el reino de la Nueva Vizcaya , que comprendía los actuales estados de Chihuahua, Durango, parte de Coahuila y Nuevo México, bajo jurisdicción de la Audiencia de Guadalajara en sus asuntos judiciales. Esta jurisdicción cesó sobre el estado de Chihuahua, el 14 de septiembre de 1823.
Rodrigo de Río de Loza, integrante de la expedición de Ibarra, siguiendo instrucciones del propio gobernador procedió, en 1567, a poblar la zona conocida desde entonces como de los "conchos". Fundó la villa de Santa Bárbara, en razón de la plata que encontraron en las sierras de los alrededores, culminando con ello la fase de exploraciones encabezadas por Ibarra, que se realizaron sin participación económica de la Corona que se limitó a autorizarlas y a formalizar el surgimiento de la nueva provincia.
Esta empresa, realmente privada, tuvo varias repercusiones. Una de ellas fue la apertura de la ruta que aún en nuestros días es decisiva, pues une al estado con Durango, Zacatecas y la ciudad de México.
Santa Bárbara está en una parte del territorio de los tepehuanes, indígenas que practicaban la agricultura y, quizá, el grupo más agresivo del área que mantenía constantes conflictos con tarahumaras y dominaba a los acaxees, a quienes cobraban tributos de maíz y frijol. Con una compleja vida ritual y ceremonial, los tepehuanes practicaban la poligamia y, al parecer, el canibalismo.
Hay indicios de que este grupo huyó poco después de la fundación de Santa Bárbara.
Hacia el norte de este asentamiento español, cerca de los ríos que más tarde serían llamados Conchos, San Pedro y Florido, los conchos habitaban en pequeños grupos dedicados principalmente a la recolección, la caza, la pesca y la agricultura, y se extendían hasta la confluencia de los ríos que se llamarían Bravo y Conchos y hasta un punto no muy lejano de las ruinas de Paquimé, sobre los ríos que se llamarían Santa María y El Carmen., fundándose, en esta ruta, las misiones de San Buenaventura de Atotonilco (actual villa López) y San Francisco de Conchos.
Al sur de Santa Bárbara, por el camino a Durango, estaba la frontera entre los tepehuanes con los tobosos y los salineros. Se conoce poca información sobre su forma básica de subsistencia, pero los datos de que se dispone marcan un gran contraste entre ellos y los tarahumaras y tepehuanes, cuya agricultura estaba más consolidada.
Hacia el noroeste, el macizo montañoso que se conocería como Sierra Madre Occidental, se hallaba el territorio de los tarahumaras, grupo sedentario y agrícola, también dedicado a la recolección y la cacería, aunque cambiaban residencia para aprovechar los recursos de los dos medios naturales principales: las serranías y las barrancas. Esta etnia carecía de estructura política centralizada, aunque en tiempos de guerra se agrupaban varias rancherías.
Antes de la llegada de los españoles, los tarahumaras sostenían repetidos enfrentamientos con sus vecinos tepehuanes y con otros grupos, como los tubares, témoris, chínipas y guazaparis, pero también se establecían alianzas que, a veces, se reforzaban con vínculos matrimoniales entre grupos distintos.
En la zona oeste del estado, la llegada de los conquistadores se manifestó en la sierra de Chínipas, explorada desde 1588 por órdenes del capitán Bartolomé Mondragón, alcalde mayor de Sinaloa. Por esta vía llegaron españoles hasta la ranchería de Cuiteco, en 1601, Fue en la segunda decena del siglo XVII, cuando los jesuitas iniciaron la evangelización en la región de Chínipas.
En 1640, el inusitado auge de las minas de Parral, se refleja en el crecimiento poblacional que para 1683 ya sumaba 6,000 españoles en la región.
En 1658 el minero español Francisco Molina descubre la primera veta de San Francisco del Oro y en la última década del siglo XVII se descubrieron las de Urique y Cusihuiriachi.

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